EL SAMMY ( PARTE DOS )

En la foto: su servidor, Conchita, Xochitl mi hija y mi hermano Sammy




Agradezco la aceptación que han demostrado para con la historia de mi hermano. Una buena amiga, se interesó en saber como y donde se encuentra Sammy.
Él decidió ir a Acapulco, en busca de nuevos horizontes, de su superación y autonomía tal vez. Se encuentra trabajando para un amigo en la colocación de tabla roca y recibimos esporádicas llamadas, haciendonos saber que se encuentra bien.

Se me vienen a la mente, solo pocos recuerdos vivenciales, relacionados con Sammy, lamentablemente, no pudimos convivir mas, quizá debido a la gran brecha generacional existente entre ambos, aqui les dejo esas imágenes que mi memoria trae hasta aqui, para compartirlas con ustedes, mis queridos lectores...

En el primero, tendría yo como unos nueve, tal vez diez años. Recuerdo que recién despertaba una mañana, medio dormido aún, al levantar mi mirada hacia arriba, pude advertir el pequeño cuerpecillo del Sammy, sin pañal, caminando a lo ancho de la cama y sosteniendose de la cabecera de la misma. Al tocar mi cabeza con la mano, descubrí una desagradable textura y mi cabello se encontraba mojado, se había hecho "popó " y " chis " sobre mi cabeza !!!, me tuve que levantar de inmediato y tomar un baño apresuradamente a efecto de borrar las " gracias " que Sammy había dejado sobre mi humanidad !!!

Cuando comenzaba a incorporarse, a mi me encantaba jugar con el, a derribarlo, él se sentaba trabajosamente y yo le daba un ligero empujoncito en su pequeño pecho, nuestras carcajadas podían oirse aún fuera de la humilde vivienda.

Sammy siempre ha sido cortito de estatura, al igual que yo, recuerdo una vez que recién comenzaba a caminar. Por unos cuantos momentos, nos descuidamos y el pequeño no aparecía por ningún lado... de inmediato, todos los vecinos junto con nosotros, emprendimos una árdua busqueda del enano por todos lados en la vecindad. Yo salí a la calle y a lo lejos alcancé a distinguir la pequeña humanidad de Sammy, como a unas diez cuadras de distancia y alejandose cada vez mas... desesperado traté de encontrar una solución para darle alcance, a un lado mio se encontraban unos niños jugando con una " avalancha " ( vehiculo de juguete conformado por una tabla, cuatro ruedas y un pequeño volante ), creo que ni siquiera les pedí permiso, prácticamente se las arrebaté, me senté y con una mano me impulsaba y con la otra maniobraba el pequeño volante, en unos cuantos minutos pude darle alcance, lo abracé lo besé, le senté junto a mi y juntos emprendimos el regreso a casa. No quiero imaginar lo que hubiese sucedido de haber pasado un auto, o bien que siguiese su camino sin que nosotros nos hubiesemos dado cuenta...

Era un Sábado por la noche, a duras penas regresaba del estadio de futbol... se me había pasado la medida en el consumo de cerveza, venia alegre por el triunfo de mi equipo " La máquina Celeste del cruz azul ". Acostumbraba llevar una bandera de gran tamaño y en lugar del delgado palito de madera, le había adaptado una rama delgada de árbol, forrada de cinta plástica, de aislar concretamente, como asta.
Al entrar a la unidad habitacional donde ahora habitabamos, me topé frente a frente con el valentón del barrio, enmedio de los vapores del alcohol, recordé la infinidad de quejas que había recibido por parte de mi madre.. éste cabrón, aprovechaba cualquier ocasión para quitarle su dinero al Sammy además de intimidarle y darle uno que otro golpe.
Me salió lo López y lo enfrenté, reclamandole su proceder para con mi hermano... el malandro lo negaba, cuando mucha gente había sido testigo presencial de los hechos. La negativa de él al aceptarlo,encendió mi sangre y obviamente asuzado por el alcohol ingerido, le puse un santo madrazo, con la mano extendida en el pecho... me puse a la espectativa, esperando una reacción violenta, misma que no sucedió. Todavia sin desquitar mi coraje, le solté algunos varazos en piernas... abdómen y brazos. Él quizá por sentimento de culpa o quizá sorprendido por mi furia desmedida, solo atinaba a tratar de cubrirse la cara. Un amigo de él, al observar la golpiza que le estaba dando, me abrazó por detrás, no lo hubiese hecho... mi codo voló sobre su costado izquierdo, soltandome de inmediato. Lo rematé con un muletazo en pleno rostro tumbandole dos dientes...
A partir de ahi... nunca se volvió a meter con mi hermano. Y hasta la fecha algunos de los malandros de aquí, todavía recuerdan esos hechos. Motivo por el cual, aún después de tantos años, sigo disfrutando de su respeto ya que cuando fénix se enoja en verdad... es como el tiburón... no se anda con mamadas !!!



Bueno, escribo todos estos recuerdos un tanto apresuradamente, tal vez esta semana, no pueda visitarles en sus casas como me gustaria hacerlo. Tendré una semana un poco ajetreada. Espero la siguiente ponerme al corriente con sus escritos.

les dejo un montón de abrazos y buenos deseos para esta semana que recién comienza...